Aventón divino

Un tipo está parado a la orilla de la carretera en medio de una oscura noche pidiendo "aventón" (autostop), a la vez que estaba cayendo una tremenda tormenta.

Pasó un tiempo pero nadie se paraba. La tormenta era tan fuerte que apenas si se alcanzaba a ver a unos 3 metros de distancia. De repente, vio cómo un coche que se acercaba lentamente y que al final se detiene.

El señor sin dudarlo se sube al coche y cierra la puerta, mira y se da cuenta con horror que no hay nadie conduciendo el coche. El coche arranca suavemente. El señor mira hacia la carretera y ve que delante hay una curva. El tipo sacando fuerzas de donde ya no quedaban, se baja del coche y se va corriendo hasta el pueblo más cercano. Entra al bar, pide dos coñacs y, temblando aún, les empieza a contar a todos lo que le
sucedió.

Como a la media hora llegan dos tipos todos mojados y le dice uno al otro:

- ¡Mira Juan!, creo que ése es el chistosito que se había subido al coche cuando lo veníamos empujando...