Cartas de recomendación diplomáticas

Un gerente procuró ser muy condescendiente redactando algunas cartas de recomendación para ex-empleados ineptos: 


Para el irresponsable: "No se preocupa por el numero de horas que tenga que dedicar al trabajo."


Para el vicioso inconfesable por el que se le despidió: "Creo que su talento se estaba desperdiciando aquí."



Para el que nunca estaba en el trabajo: "Es difícil encontrar un hombre como él."


Para el más idiota: "Está en un nivel en el que ya nadie le podrá enseñar nada."