Una mujer sintió gran alegría cuando su esposo se mostró interesado en participar en las sesiones de meditación que ella practicaba.
- Mujer: No tienes que cerrar los ojos, puedes concentrarte con los ojos abiertos fijando la mirada en algo, como una vela o algún punto en la pared.
- Marido: ¿Puede ser la televisión?